lunes, 10 de abril de 2017

Ansiedad

El tiempo hizo olitas en la eternidad.
El ritmo cansino de los días y noches otoñales no se inmutó por nada ni por nadie.
El ronroneo suave del viento acariciando el fuselaje de la nave siguió imperturbable aun cuando las vidas de sus tripulantes sufrían una que otra zozobra.
La Capitana se desperezó cual gata mimada y movió los dedos de sus manos siguiendo el ritmo de la respiración relajada del Mayor Cetonas. Las sábanas estaban apenas tapando su desnudez pálida y la Capi sonrió satisfecha.
Cetonas es bello, pensó. Suculento y flexible. La combinación perfecta para un amante de tiempo completo.
Se saboreó juguetona y cuando iba a pellizcar ese perfecto y redondo trasero, su celular chilló inoportunamente.
—Capi, está pasando algo… extraño.
—Buenas, ¿con quién tengo el placer?
—Ah… Clorhídrico al habla.
—Bien, Clorhídrico. Podrías explicarme, corto y sucinto, qué es lo raro.
—Bueno, es que entró combustible antiguo…
—No sigas, voy para allá. —La Capi cortó la comunicación y observó de reojo a su colaborador más cercano, efectivamente iba empequeñeciéndose lentamente. Suspiró y se vistió con presteza; si Cetonas llegaba a despertar, menudo lío se armaría.

El Teniente Clorhídrico la esperaba acariciando torpemente su horrenda barba. Artilugio masculino que insistía en usar para afearse, porque según sus propias y rebuscadas palabras, era demasiado lindo para que lo tomaran en serio. La Capitana había estado varias veces tentada de pedirle a Sentido Común que hiciera de las suyas con los pelos asquerosos que colgaban de la muy perfecta barbilla del Teniente, pero se arrepentía a última hora, pensando en la pataleta que harían Clorhídrico, por su barba, y Cetonas, porque ella le pedía algo a Sentido Común.
Cuando se acercaba por el pasillo, se dio el gusto de admirar el pedazo de Teniente que era Clorhídrico, un metro ochenta con ojos celestes, naricita de duende, piel bien blanca, labios suculentos y pelito rubio. Musculoso, aunque no tanto como Cetonas y una voz ronca deliciosa y la mentalidad de un adolescente berrinchudo, hasta ahí le llegó la admiración y apenas le sonrió.
—Entonces, Clorhídrico… muéstrame.
—Mire Capi, no es mucho, pero es miércoles y… el sábado también entró. ¿De casualidad diste la orden de meter esta cosa a mi caldera?
—¿En serio, Clorhídrico? ¿Crees que soy tan… tan… que meto combustible antiguo y luego vengo a preguntarte por el asunto?
—Ehhh…no, pero si no fuiste tú…
—Puede ser algo de Neuro. Voy al Comando Central. Sí Cetonas viene, entretenlo con tu maravillosa voz.
—¡Capi, sabes que me cae gordo!
—Entonces. Entonces. Ay, no sé, pero que no me siga. Se pone denso con eso del combustible antiguo.

El Comando Central hervía de actividad como siempre, aunque el silencio perpetuo en el que todos se movían era la paradoja de paradojas. Neuro estaba inclinado sobre una pantalla pequeña que no dejaba de cambiar imágenes a una velocidad endemoniada.
—Capi, que linda sorpresa.
—No me vengas con esa, Neuro. ¿Por qué metiste combustible antiguo a mis espaldas?
—Hijita, mira… verás… hijita.
—A ver, Neuro, córtala con eso de hijita. Soy tu capitana y quiero respuestas. No empieces con los rodeos o me vas a ver enojada.
—Es que… pucha. Sí, metimos un poquito.
—¡Pero es miércoles!
—Sí, lo sé. Pero entiende, Ansiedad se puso…
El típico silencio del Comando Central se rompió con el rumor que hicieron las batas blancas de todos los presentes cuando se giraron para presenciar ese choque de titanes. La Capi de la nave enfrentada al Comodoro Neuro. Padre e hija palabreándose de lo lindo, como era su costumbre.
—¡¿Cómo que Ansiedad?! Se supone que esa loca está recluida e inmovilizada. El combustible nuevo la logró anular… ¡¿Y por qué nadie me dijo que se había despertado?!
Neuro esgrimió su mejor sonrisa de papá chocho y se le acercó con las manos en son de paz. —Hijita cálmate. Lo que pasa es que como andabas tan feliz, tu mami y yo creímos que… No me mires así, Capi, recuerda que soy tu pap…
—Mira, Neuro, tienes cinco segundos para ir a mi oficina junto a Cardio. Vamos a dejar en claro un par de cositas respecto de la línea de mando de esta nave. Voy al puente a verificar el estado de Ansiedad. Y que te quede claro que si algo le pasa a la nave o a Cetonas… te las voy a cobrar bien caritas. —La Capitana hizo una seña, se giró sin esperar respuestas y salió corriendo del Comando, haciendo que el piso retumbara y el silencio se fuera al tacho.
—Yo también te quiero hijita. Huy… que carácter. Ninguna hija debería mostrarle el dedo del medio a su padre.
—Comodoro Neuro.
—¿Sí, Agilidad?
—La Capi hace rato que bajó, no creo que lo haya escuchado.
—Eso espero, Agilidad, eso espero.

El Comando de la Batería Central es una serie de salas interconectadas donde el ruido retumba y hace sentir bien. La tripulación que trabaja allí es bastante más extrovertida y bulliciosa que la del Comando Central y por eso les llaman: El Alma de la Fiesta.
La Capitana en ese momento no estaba para pensar en fiestas y abrió las válvulas con violencia y entró con el ceño fruncido.
—¡¡Buenas Capitana!!
—Guárdense sus buenas… quiero ver a Ansiedad.
—Capi, que sorpresa. —El primero que salió a recibirla fue el Teniente Diafragma, un tipo simpático con serios problemas de timidez.
—Nada de sorpresas Diafragma, ¿por qué no se me informó lo de Ansiedad?
—Ehhh… bueno, lo que pasa es que Cardio...
—¿Están fallando tus lealtades, sargento Diafragma?
—Soy Teniente.
—¿Sí? Eras… ¡Eras Teniente, traidor! ¡Te encargué especialmente que me informaras cualquier variación en las celdas de alto riesgo y vas y me traicionas!
—Pe-pero-pero es que Cardio dijo que… Capi, Capi no me mires así, por favor.
—Te miro como se me da la gana, gusano traicionero. Te voy a meter de cabeza en una corte marcial. Ahora, o me llevas donde está Ansiedad, o te las corto.
—S-sí, si Capitana. Venga conmigo, por favor.
A medida que avanzaban por el pasillo de las celdas de alto riesgo, los pasos enclenques de Diafragma y los taconeos enérgicos de la Capi removían a los prisioneros y más de uno reclamó en un murmullo oscuro.
Al primer tripulante que se cruzó en su camino, la Capi le ordenó. —Alférez, busque a Sentido Común, a Me importa un… y al Mayor Cetonas y que me esperen aquí. Ya, gusano vil, muéstrame la celda.
—Capi, no traiga a Sentido Común a este Comando.
—Traigo a quien considero necesario. Sentido Común te va a secundar, a ver si así recuerdas tus lealtades… ¿Por la santa Grasa, y a está qué le pasó?
Ansiedad es una de las tripulantes más horrendas de la nave. Nadie sabe cómo llegó a formar parte del equipo y muchos dicen que es un polizón que a base de robar y engatusar, ayudada por el combustible antiguo, se hizo su espacio. Su fama de buena onda y fiestera le pasó la cuenta a la nave y la Capi estuvo a punto de perder su grado y su puesto. Cuando llegó el combustible nuevo y Cetonas despertó, entre varios lograron encarcelarla y todos felices.
—Pues se despertó el lunes y empezó a arañar las paredes, Neuro y Cardio consideraron necesario meter un poco de combustible antiguo para entretenerla. Le llenamos la celda y así quedó.
—A ver, traidor, explícame una cosita. Clorhídrico me avisó hace menos de una hora que había llegado combustible antiguo, y yo lo vi con estos dos lindos ojitos. ¿Acaso metieron más combustible a mis espaldas?
—Ehh…
—Sargento.
—Ehh…
—Montón de intrigantes. ¡¿Quién más está metido en esta burla?!
—Ehh…
—¡ALFEREZ! ¡¿QUÉ PASÓ CON MI ORDEN?!
—Ya los llamé, Capitana. El Alférez Sentido Común viene subiendo, Me importa un… y Cetonas no responden.
—Mira pelele, mueve las piernas y corre a mi camarote, allí está Cetonas, y en el Comando Central debe estar Me importa un… ¡¡Y DILE QUE SE APUREN O LOS DEGRADO!!
—Pero hijita qué tanto grito, vas a hacer que suba la presi… hijita no me mires así, soy tu madre.
—¿Sí…? Soy tu hija cuando te conviene. Me la hicieron. Ansiedad se despertó y nadie, pero nadie me avisó. Linda tropa de traidores me rodea. No puedo confiar en nadie. Esta nave se pudo ir al divino carajo y ninguno de los Comodoros se tomó la molestia de avisarme. Me dejaron como chaleco de mono frente a la tripulación. ¡¡MUCHAS GRACIAS, MAMITA QUERIDA!!
—Ehh, señorita, cuide esa boca. No fue una traición. Todo está bajo control. Ansiedad se despertó pero se calmó de inmediato cuando le pusimos un poco de combustible antiguo. Listo, fin del problema.
—Madre… ¿Y no se te ocurrió averiguar por qué Ansiedad se despertó de su sueño? ¿Se te ocurrió pensar que tal vez, sólo tal vez, algo externo estaba estimulando a esa bestia? ¿O peor aún… que tal vez, algo acá adentro estaba haciendo que saliera de su estado latente? ¿Y por un segundo llegaste a considerar la posibilidad de que alguien de la tripulación esté saboteando al combustible nuevo? ¿O que los chichimetules hayan logrado infiltrarse y estemos yéndonos derechito a la mierda?
—Ehh…
—Exacto. Por eso yo soy la Capitana y tú, la encargada de la batería central. Madre, nos metiste en el medio lío y yo tengo que arreglar tu entuerto… Como siempre.
—Ehh…

martes, 4 de abril de 2017

Hola, soy Sandra... era (la audiencia responde hola y carios bostezan) bueno, llevo 27 días en esto. 1 di Chancho, que fue un paseo al inferno (la audiencia ríe) y bajé harto pero voy sintiendo que no bajo, (la audiencia eleva las cejas y algunos parecen enojados) mis centímetros bajaron en partes importantes, aunque algunos se resisten. Y quería agradecerles... ¿A dónde van...? ¿Me puse latera? Bueno igual me siento rica... (Estoy hablando sola, la audiencia se fue a tomar capuccinos y comer queque Grez) grac...
—Capitana despierte, de nuevo está hablando dormida, no existe Golosos Anónimos.
—Teniente, cállese y béseme.

Fecha estelar: 23012017 18:25 Nave Grez navegando aguas graz osas.
—Capitana, ¿Capitana? ¡Capitana! No...no...no lo haga, se va a arrepentir.
—Teniente Sentido Común, no se meta... es cosa mía.
—Capitana, lo prometió, iba a esperar hasta el día Chancho.
—¿Y qué sabes tú, metiche? Hoy es mi día Chancho.
—¡¡Mentira!! Faltan como hartos días. Suelte esa sandia, suéltela. Haga turbo, yo le ayudo.
—Turbo mis pantuflas. Voy a darle una probadita chiquitita. Y el resto es para un amigo.
—¿Qué amigo? Ohhhhh Capitana. Ese es el sargento Tentado Goloso. ¡¡¡Me está poniendo los cuernos!!!
—Ay, que delicado. ¡Alférez, encierren al teniente Sentido Común en su camarote... para que deje de gritar como mina! El sargento y yo vamos a discutir estrategias de... lo que sea.

—Teniente, ¿Teniente? ¿Está ahí?
—¿Dónde más iba a estar? Si me confinó la Capitana. ¿Quién es?
—Eh... un amigo…
—¿Teniente Pudor, es usted?
—Shhhh bajito, que si me pillan, la Capitana es capaz de echarme de la nave.
—¿Qué quiere?
—Teniente Sentido Común, tiene que hacer algo, a la Capitana le dio con probarse ropa de antes... de ESA ropa.
—No huev...iñor, si no está para esos trotes.
—Y eso no es todo, la Teniente Descaro y la Sargento Coquetería la animaron y dijo que se iba a… ay, san Guchito ampáranos...
—¡¿Qué dijo?!
—Que...que se iba a poner la mini de jeans.
—¿L—la...la mini...la mini de jeans? Esa...
—Esa misma. La que deja ver sus tutitos, más bien tutones al aire y descaro.
—¡¡Por la pirinola!! Esos tutos son mi... quiero decir. Ella no puede, tiene que usar el uniforme oficial.
—Claro, verdad que le importa harto el uniforme.
—No se preocupe Teniente Pudor. Esa mini hace años que no le entra. Así que no la va a usar.
—Está equivocado iñor, si le entra, le sube el cierre y todo...
—¡¡¡Por la Generalísima y siempre indigna put... Tengo que salir de aquí, esos tutos son mi... esos tutos no se pueden mostrar!!
—Ucha, ¿Y cómo va a salir? Más ahora que su puesto lo tomó el mayor Cetonas... ta cag... iñor.
—Ayúdeme a salir, teniente Pudor.
—No soy ese. A mí me llaman sargento Me importa un c.... el qué dirán. Chaito amigo.

Hola, Soy Sandra, era golosa... (la audiencia me mira fijo). Llevo 27 días con el método y me cambió la vida (la audiencia aplaude). He posteado hartas cosas en tono de humor. (La audiencia eleva pulgares, pero un par grita “fome” y los sacan de un ala). Reír siempre ha sido considerado la mejor medicina y es mi aporte (la audiencia aplaude por primera vez). Me di cuenta hoy que a muchos les gusta y un par de desubicados fueron desagradables al comentar, buscando confrontación (la audiencia murmura). Pues nada, llevo más de 5 kilos fuera de mi vida, una relación intensa con mi amigo el cinturón y con el teniente Sentido Común, y lo mejor... varios centímetros menos, autoestima reparándose y, al parecer, nuevos amigos de camino... y eso es genial. (La audiencia chifla y yo me siento bien) Gracias,
Fin del comunicado.

—Ya, a ver si entendí. Alcalinizarme es bueno y lo hago tomando agua con limón y jengibre.
—Exacto Capitana, alcaliniz... ¿Capi qué está haciendo?
—Nada... siga Cetonas, me gusta cuando habla así.
—Bueno, pero no tiene que sacarse la ropa. ¡Capitana!
—No grite y cuénteme más del limón... huy que tiene lindas las calugas.
—Capitana, yo no tengo nada con azúcar... esto se llama six pack. No me muerda aumqmmmmm…

—Teniente Sentido Común, soy el mayor Cetonas, acompáñeme.
—¿Qu...qué pasa, a dónde vamos?
Silencio exasperante roto por el taconear poderoso del mayor Cetonas, y los pasos asustados del teniente.
—Ma...mayor ¿Qué hice ahora?
—Entre y cállese.
—ta güeno...
—Esta reunión es para hablar del atentado que sufrió nuestra querida Capitana.
—¡¿CÓMO QUE ATENTADO? ¿Qué le hicieron a MI Capitanita? Quiero decir a la Capitana...
—Cállese Sentido Común, está aquí porque estaba detenido. Si no, sería el principal sospechoso.
—¿Y para qué se pone agresor?
—¿Ya conoce a los tenientes Responsabilidad, Creatividad, Emoción, Imaginación y Cariño, y a los sargentos Lealtad, Intensidad y Me importa un... Ninguno de ellos le puso azúcar al capuchino de la Capi. El sospechoso es Tentado Goloso que ya está detenido, pero hay cómplices.
—¿Cómo está ella? Pobrecita debe sentirse malita... Voy a verla.
—Teniente, córtela. Deje tranquila a la Capi. Ya me encargue de todo, harta agüita con limón y le sobé la barriguita y sequé sus lágrimas. Va a estar bien. Su misión es encontrar a los secuaces y entregármelos. DE CETONAS, nadie escapa...

Fecha estelar 26012017 20:04 Partes bajas de la nave.
Teniente Sentido Común reportando.-
El mayor Cetonas me envió a buscar a los secuaces que atentaron contra la Capitana. Y me ha ido como las tristes... Creí que tendría éxito de una y mi Capi volvería a invitarme a su camarote, pero no encuentro ni migas de quién pudo ser. Además la nave está más calurosa que nunca, dicen que es por culpa de Cetonas y sus navegantes, que se la pasan todo el día de aquí para allá jodiendo. Lo único que...
—¿Quién anda ahí?
—Y-yo, yo no fui amiguito Sentido Común.
—Insulina... ¿Qué fue lo que no hiciste?
—Eh, nada, no ve que yo ahora estoy aquí encerradita, apenas si me llaman. Ya no me pesca ni los de la farándula.
—Insulina... no me mientas. No olvides quién soy.
—El baboso que la Capi reemplazó por ese hijo de su madre de Cetonas ¡<&{¥^[°[<]£{!
—¡¡INSULINA!!! Más respeto.
—Respeto, respeto... a mí me tienen que respetar. Durante años mantuve las bodegas llenitas, jamás faltó energía cuando yo era encargada. Ahora las bodegas dan lástima, de no ser por el cafecito, la ca...
—¡TU FUISTE! Ya, ven conmigo, Cetonas te va a decir algo.
—Noooo déjeme iñor, no ve que soy frágil... y estoy en peligro de extinción.

Fecha estelar 27012017 7:00 Bitácora de a bordo. Mayor Cetonas reportando.-
En unos minutos más, dará comienzo la corte marcial a la teniente Insulina y al sargento Tentado Goloso, por el ataque vil y rastrero que efectuaron contra la Capitana. Ella no sabe nada de esto y se le comunicará al final, para que no interceda por Tentado Goloso. Con quien, se dice, tuvo un affaire (no lo creo, ella es mejor que eso).
El jurado lo componen: las tenientes Lógica Loca, Compasión Lastimosa, Ira Furibunda y el teniente Sentido Común. La defensa estará a cargo del Sargento CHO Bueno, si es que logra llegar, si no... Igual Insulina es culpable.

—Alférez ¿Dónde están todos?
—Ehhh hola Capi, no tengo idea... ¿Qué necesita?
—Que no me mienta. ¿Que tengo cara de lesa? Ya, diga la verdad... ¡¡¡Alférez, esa es una nave...!!!
—¿Cuál nave?
—¡¡¡¡¡¡Son los chichimetules!!!!!!!!! Entramos a su espacio aéreo, ¡¡Alférez, llame a zafarrancho!! TAMOS EN EL MEDIO LIO.
—Ehhhh Capitana, así como que zafarrancho, zafarrancho no es... si tampoco nos van a atacar. No se ponga alharaca como Sentido Común.
—¿Qué dijiste baboso?
—Ca...Capitanita, perdone, fue un... ay, suelte, suelte que la orejita duele.

—Mira, pelotudo. Los chichimetules son lo peor. Hoy es viernes y estos condenados atacan a mansalva, con copetín after hour, tablitas de queso, pizza y cuanto CHO se te ocurra, y la nave se nos va a la chuña. Así que toca a zafarrancho o te corto las campanitas.
—Ya, pero no va a servir, están todos en el juicio a Insulina...
—Capitana ¡Nos atacan! Los xhixhide su madre están tirando bombas de papas fritas y láser de cerveza. LOS ESCUDOS VAN A CEDER.
—Calma, sargento Pudor, no pueden atravesarlo. Vamos al puente, mientras Lógica y Sentido Común cierren los canales de comunicación.

—¡¡¡MAAYYYYYOOOOORRRR CCCCEEETONASSS!!!
—Sargento Pudor. ¿Qué tanto griterío? Estamos en un juicio.
—S-se… la-la-la lleva-llevaron...
—¿A quién?
—A la Capi, los chichimetules...
—¡¿QUÉ?!!
—Sí, Teniente Sentido Común. Los xhi... de su madre, atacaron y como ninguno de ustedes estaba para ayudarnos. Ella solita los enfrentó y-y se la llevaron.
—Yo sabía... ¡yupiiii!
—Cállate, Insulina. ¡¡Todo esto es culpa tuya!!
—¡Ja! Los chichimetules no fallan. Mira, Cetonas, mira cómo crezco. La fuerza vuelve a mí. ¿Qué te pasa Cetonitas? Te noto pálido y desmejorado.
—Mira Insulina, puede que este musculoso sea blandengue, pero yo sigo aquí y a mí no me haces daño. YO, Sentido Común, iré a rescatar a mi Capitana.
—Sentido Común, déjate de dar jugo. Puede que me afecte la ausencia de mi Capi, pero no soy blandengue. Sé que ella no se dejará vencer por los malditos chichimetules. Voy por ella... Ayúdame a llegar a la puerta, me siento algo... mareado.
—Uta iñor, tanto músculo y parece souflé. Y con tanta cháchara se nos fue Insulina.
—Puede correr pero su hedor la delata.
—¿Hedor? Usted tampoco huele a rosas. ¿Cetonas...Ceton...? Ucha, se nos desmayó el musculín.

Fecha estelar: Ya ni sé. Sin mi Capi las horas son siglos. No sé sí la misión de rescate resulte, pero la teniente coronel Pasión, la teniente Osadía, el alférez Compasión y yo, decidimos ir por ella.
Pobrecita, solita a merced de los chichimetules, con todo su armamento de porquerías, tentándola. Ella es fuerte, me repite Lógica por el comunicador, pero ambos sabemos que si no estamos cerca... y sin el apoyo del blandengue de Cetonas, la pobre puede caer.
El viaje nos tomaría cerca de un día según Táctica, pero Estrategia sugirió ir a toda velocidad porque es demasiado tiempo para la Capitana.
—¿A cuánto estamos de esos hijos de mal padre?
—Sentido Común, córtala. ESTAMOS A LA MISMA DISTANCIA menos 5 minutos.
—Pasión, eres harto pesada.
—No tienes idea, y sigue jodiéndome porque te convierto en mi Sentido Pésame...
—Déjale el placer a la Capitana.
—Tú también me caes mal, Osadía.
—Alerta, conflictivos, se acerca una nave.
—Identifíquese, nave desconocida.
—Que se identifique tu abuela, Compasión. Soy tu Capitana y quiero saber qué andan haciendo aquí.
—¡¡¡¡¡CAPITANA, CAPITANA!!!!! ¿Escapó?
—No, me dejaron venir a comprar el pan. Ya, den la vuelta y volvamos a la nave. Ya vamos a conversar...
—S-sí Capi.
—Ah, y Sentido Común... estás degradado.

—Pero Capitana... ¿Qué hice para que me degrade?
—A ver Sentido Común... Te degrado porque no estabas donde deberías estar.
—Pero usted me mandó a mi camarote.
—Exacto y cuando te llamé no estabas.
—Pero es que Cetonas me fue a buscar.
—Ya... ¿Y desde cuándo Cetonas manda más que yo? Porque la última vez que miré, yo era la comandante de esta nave, no él.
—Ehhhh... ehhhh… yo... Es que me mandó a buscar a los cómplices de Insulina.
—¿Y tú vas y le obedeces?
—Capi, no me degrade... por favorcito...me porto bien, se lo juro.
—Sí claro. Yo llegué a Capitana creyendo en el Sentido Común... Ya, anda a cambiarte el uniforme, ahora eres Alférez y pobre de ti que me abandones. Y lávate la cara... mamón.
—Capitana, que bueno que volvió.
—Gracias Alférez Sentido Común… ¡Quiero una reunión con todos los vagos que se creen abogados, ahora mismo!
—Capitana que bueno que la rescataron.
—A mí nadie me rescató, Pudor. Me las arreglé yo solita.

—Gracias por venir, su excelencia Cetonas… Qué bueno que movió su real trasero y nos bendijo con su presencia.
—Ca-Capitana. Hola ¿Cómo está?
—Súper bien, alférez Cetonas. ¿Y usted y su familia y sus amigos?
—¿A-Al-Alférez? Yo soy mayor, Capi...
—Mayor, mis pantuflas. ¡ME DEJASTE SOLA FRENTE A LOS CHICHIMETULES! Me raptaron, me bombardearon con mil cosas y apenitas pude resistir. Sólo me hirieron con medio pan amasado, un té rooibos y un cuarto de pan baguette.
—Por eso Insulina creció.
—We...n, te estoy diciendo que me dejaste sola y tú dale con Insulina...

Fecha estelar 31012017 13:19. Bitácora de la Capitana.
Las cosas están saliéndose de control.
Después del incidente con los Chichimetules, me vi obligada a realizar varios cambios en la línea de mando a modo de lección de los insurrectos.
El Mayor Cetonas fue degradado a Alférez mayor. Grado que usará hasta que demuestre su lealtad absoluta a la comandante de esta nave, o sea a mí.
Su insurrección arrastró a otros tontos que le hicieron caso… (comprensible considerando sus ojitos de corderito pícaro y esos músculos que ondea… y…) y fueron degradados, el Teniente Sentido Común y las Tenientes Lógica Loca, Compasión Lastimosa, Ira Furibunda. Todos ellos desde ahora estarán congelados en el grado de Alférez, hasta que me convenzan que son confiables, leales y obedientes.
El Sargento CHO Bueno desde ahora será cabo y está con su prontuario manchado, así que se le quitaron todos sus privilegios.
El sargento Tentado Goloso fue expulsado de la nave y en estos momentos viaja rumbo a “no sé dónde” y no quiero saber nada más de él.
La, otrora, Sargento Insulina permanece arrestada en su camarote a la espera de la llegada del Almirante para ver qué se hará con ella.

—Todo esto es culpa tuya Cetonas.
—¿Mía? A ver cómo te diriges a mí, Sentido Común. Sigo siendo tu superior.
—Mis pantuflas. Musculín blandengue. Mi Capitana no me habla, me echó de su camarote cuando le fui a pedir perdón y ahora me tiene lavando los platos… ¡Los platos! A mí, que soy el oficial regulador del comportamiento, me tiene castigado.
—¿Me dijiste Musculín, alfeñique de un kilo seiscientos?
—Te desmayaste… Insulina subió un pelito y parecías flan. Eres harto penca.
—Ven que te descuartizo, petizo insurrecto.
—¡¡Cuidado con las ollas!!
—¿Se puede saber qué les pasa a ustedes dos? Tú, Cetonas, estás a cargo de que la nave funcione a la perfección usando el nuevo combustible en base a grasas y lo único que has hecho es desastres. Y tú, Sentido Común, tu labor es el apoyo táctico del comportamiento de la navegación de la nave y haces puras cag…
—Capi, le juro que no sé qué me pasa. Debe ser este combustible nuevo… Y la presencia de este… este jote.
—Capitana, permiso para sacarle la cresta a este mamarracho…

Fecha estelar: 01022017 16:41 Bitácora personal del Alférez (Teniente) Sentido Común.
La Capitana anda muy contenta y eso no me gusta. El musculín de Cetonas dice que es por el nuevo combustible, que la nave está más livianita, que la Capi anda linda y que lo más seguro es porque me extirpó de su vida.
No me hacen gracia sus comentarios pero como es más grande que yo, me aguanto la rabia. Y como es el único que me habla, estoy resignado y obligado a compartir la mesa en el casino con él y asumir que es el único que me pregunta cómo estoy; porque, más encima, andan todos enojados conmigo.
Mi prima, la Alférez Lógica Loca, ni me mira. Compasión Lastimosa me cerró la puerta en la cara y la pesada de Ira Furibunda me persiguió por el puente tirándome clips y gritándome cosas que nunca había oído.
Día a día cumplo mis órdenes calladito y vuelvo a mi camarote en la más triste soledad, extrañando a mi Capitanita hasta la locura.

Fecha estelar: 01022017 16:41 Bitácora personal del Alférez (Mayor) Cetonas.
La Capitana no me habla, anda sonriendo, cantando, con ropa más ajustada, con más maquillaje… pero no me habla. Me manda las órdenes con un cabo y nada más.
Le he tratado de explicar el asunto del juicio, pero es difícil seguir hablando cuando ella se va por el pasillo y se mueve de esa forma…ejem…de ESA forma.
Más encima, nadie me habla. Todos en la nave dicen que desde que fui asignado, las cosas andan demasiado distintas. La Teniente Descaro me dio vuelta un jarro con hielo cuando iba a almorzar, para que la cortara con tener la nave con temperatura alta; y la Sargento Coquetería, que ahora ascendió a Suboficial, escribió una carta y la envió a toda la tripulación, diciendo que por mi culpa, la nave anda sudorosa y que eso es indigno, feo y ordinario. Y para que la humillación fuera máxima, me sacó de la lista de solteros codiciados y me puso en una lista llamada: “NI DE BROMA”, donde comparto el primer lugar con el cretino de Sentido Común.
Lo único bueno es que la nave anda bien, ha triplicado su velocidad, ya casi no hay incidentes calambrísticos, las bodegas están vaciándose lentamente de lo inútil, los pasillos empiezan a lucir limpios, los subterráneos están ordenados, la cubierta está suave, la vista desde el puente es clara y pronto será despejada.
Estoy cumpliendo mi labor, aunque tenga el corazón destrozado, porque a mi Capitanita la extraño como loco.

Fecha estelar: 01022017 16:41 Bitácora personal de la Capitana.
Feliz, feliz, feliz. Estoy bajando tallas, día a día me queda mejor la ropa, tengo la piel más tersa y la nave anda como relojito suizo.
Así da gusto ser Capitana, si no fuera por la mala onda que hay contra Cetonas y Sentido Común, todo sería perfecto.

Fecha estelar 02002017 19:27 —Reporte de daños. Mayor Circadiano.
Hoy la nave presentó problemas en la sala de calderas, de máquinas, en el laboratorio y en el termostato.
La Capitana llamó a una reunión de emergencia de lo más pintoresca. Como no suelo abandonar mi puesto, y menos para esas reuniones de sistemas, permanecí en mi escritorio cumpliendo mi ciclo de trabajo, pero a un gruñido de la Capitana, tuve qué correr a la dichosa reunión. Fue en el Laboratorio Central y cuando llegué, el Suboficial Hepático, se deshacía en explicaciones. Y como no fue capaz de dar una respuesta decente, culpó a Cetonas y empezó el circo.
Cetonas, que se cree el centro del sol, por poco golpea a Hepático, pero a un bramido de la Capitana, tuvo que sosegarse y esperar que el suboficial y su gente terminaran de acusarlo.
Y como la tripulación anda emancipada, Sentido Común se metió a acusar a Cetonas de que por su culpa, estaba la calamidad en el Laboratorio Central, que la tontera de cambiar de combustible era peligrosa, que las vías y carreteras se iban a ensuciar, que el motor se iba a dañar, que en todos los canales externos de comunicación opinaban lo mismo: que el combustible era peligroso, y hasta ahí no más llegó, porque la Capi lo agarró de una oreja y lo echó de la reunión y casi, casi de la nave. Creo que lo mandó al puerto de deshechos mayores a procesar sus ideas imbéciles y puso a Creatividad y a Me importa un c... en su puesto.
El problema del Laboratorio Central no se ha solucionado. Así que Táctica, Estrategia, Lógica e Inspiración están trabajando para lograr una solución. Y yo... bueno, yo tengo una reunión nocturna con la Capitana para explicarle porqué la nave anda así como anda... Lo extraño es que tengo que llevar algo rico para comer... y yo no soy chef.




Fecha estelar 03022017 18:35 Reunión de comodoros.
—¿Quién es ese?
—Shhh... No hables tan fuerte, Cetonas. Deberías reconocer al Comodoro Neuro, el jefazo de la unidad superior.
—¿Ese es Neuro? No lo parece, generalmente son más... formales.
—¿Recuerdas que tipo de nave es esta?
—¿De exploración?
—No, musculín. Esta es una nave de creación y ese es un Comodoro muy pero muy creativo, por eso tiene el pelo así, y ese aro y el tatuaje y todo lo demás.
—Vuelve a decirme musculín y serás un sentido extinto, mamarracho.
—Atrévete... Ya, sigue secando el piso, o llamo a Insulina y que te enseñe modales, músculo de flan.

—Comodoro, y esta sorpresa, ¿Que hace en el puente semejante eminencia?
—Capitana… ¿Cómo estás chiquilla? Vine de pasadita por un par de asuntos que nos tienen medio atónitos.
—Usted dirá, caballero.
—Capi… ¿Cómo es eso que Sentido Común está relegado a labores de aseo?
—Ya te fueron con el cuento. Sentido se desbocó, olvidó que es Sentido Común y no Qué Dirán. Últimamente está siguiendo mucho las comunicaciones externas y no las determinaciones de las reuniones con Lógica, Me Importa un c... y Creatividad, ni siquiera se apareció a las últimas y tuvo el descaro de hablar mal del nuevo combustible. Hasta que no vuelva a ser quién era, en aseo se queda.
—Entiendo, ¿y Cetonas?
—Otro desubicado. Se las dio de juez, te mandé un memo... Hasta que deje de creerse el último salame del mercado, no dejará de trapear con Sentido Común.
—Bueno, con el nuevo combustible andamos regio allá arriba, más concentración, aplicación y energía, no seas tan dura con él, es un buen cabro.
—Yo veré eso, Neuro... no es tu tema.
—Está bien, está bien, sólo decía. Y lo último... ¿Es necesario tanta reunión en tu camarote con los encargados? Yo trato de entender pero...
—Neuro, tienes dos segundos para despedirte y volver a tu puesto. Estás caminando en hielo delgado con zapatillas de clavos.
—Ya, ya... Qué carácter. Ah, una cosa más... hoy es viernes y los chichimetules...
—No te preocupes. Tengo todo bajo control. A las 2000, Táctica, Estrategia, Lógica, Me Importa un c..., Creatividad y yo, tendremos reunión de emergencia y nada malo va a pasar. Puedes irte.
—Nos vemos, Capi...
—Nos vemos, papá.

—Capitana, buenos días.
—Buenas… Alférez Sentido Común.
—Capi, quería felicitarla, supe que pasamos por un área atestada de chichimetules y no hubo bajas, ni heridos, ni rasguños a la nave.
—Gracias, Alférez. Que tenga una buena jornada.
—Capi… Yo…Yo…

—Cierra la boca baboso. A la Capitana no le gusta que le babeen el pasillo.
—Se fue y no pude decirle nada.
—Pues, mejor suerte para la próxima, mamerto.
—Cetonas, déjate de joder. ¿Para dónde vas tan… tan… maquillado?
—Imbécil, yo no me maquillo. Y por si te interesa, voy al puente. Hay reunión de jefes y gente importante… Huy que lástima, no te invitaron.
—Musculín imbé… Ah, mira, me llegó la notificación. Voy contigo.

—Buenas tripulación. Es bueno verlos a todos aquí.
—¡¡Buenos días, Capitana!!
—Esta reunión especial tiene tres motivos: Felicitar a todos los involucrados en la travesía por el espacio Chichimetul. No hubo ningún problema y gracias a Creatividad y Buena Memoria, salimos triunfantes de semejante prueba. Además, quiero recordarles que el ocho del mes en curso, tenemos la inspección general en el Comando Estelar. Será la primera evaluación del nuevo combustible y de las condiciones de navegación de la nave. Y, por último… tripulación, quiero que sepan que confío plenamente en cada uno de ustedes. Son maravillosos y aunque algunos han tenido problemas para recordar sus obligaciones y limitaciones, sepan que no cambiaría a ninguno de ustedes.
—¡¡GRACIAS, CAPITANA!!
—Y respecto a eso, bueno, me llegaron las órdenes del Comando, es muy probable que el ocho o el nueve, crucemos la barrera con rumbo a nuevas tierras, donde es probable que no encontremos tanto combustible nuevo como quisiéramos. Pero sé que saldremos triunfantes de esta nueva misión. Pueden volver a sus puestos.

—Cetonas…
—Sí, mamarracho.
—Tay caga… jijijiji.


—Cuando la Capitana se pone así, seria, mirando el infinito, se ve más linda que nunca.
—A ver mamarracho, déjate de piropos a mi Capitana. ¿Tamos claritos?
—¿Tu Capitana? Mira músculo de flan, yo llegué primero. Ella y yo tenemos historia.
—Par de pelotudos, ella no es de nadie. Córtenla o van a seguir lavando pisos.
—No te metas Creatividad, esto es asunto de machos... bueno de un macho y un mamarracho.
—Pues invita a Circadiano, porque supe que estuvo en reunión con la Capi y ambos se quedaron dormidos.

—Sistemas, atención. Prepárense para control en el Comando... confío en que todo saldrá bien. Cetonas, vaya a su puesto en el laboratorio, Creatividad, vaya al control central y que Imaginación relaje los músculos. Sentido Común... vuelva a sus labores, no se le necesita acá. Sentido del Humor, permanezca en el puente y Sentido del Equilibrio, tome el timón con ambas manos, vamos a perder bastante sustrato.
—Capi, quiero quedarme, le juro que no hablo.
—Obedezca Sentido Común... o llamo a seguridad.
—Ta güeno… ¿Pá que se pone bélica?



¡¿Pero qué...?! ¡Cetonas, Sentido Común, Sentido del Humor, Circadiano, Me Importa un C..., qué hacen?!!!
—No se preocupe Capi, es un intercambio de opiniones.
—¡¡Musculin, suéltame el pescuezo!!
—¡Circadiano y la c... deja mis orejas!
—¡Humor no me tires el pelo!
—¡¡Mamarracho, no me muerdas!!
—¡¡Me Importa un... no me...ay!!
—¡Córtenla ahora, sublevados! Alférez arresten a estos rosqueros. Humor, jamás esperé esto de ti.
—Capi, me atacaron. Es culpa de Sentido Común. Me atacó a mansalva.
—Y tú, Cetonas ¿De nuevo?
—Capitana...Ya hablaremos usted y yo. No crea que no vi que metió combustible antiguo. Me desilusionó.
—Cetonas, cuida esa boca. Ya hablaremos. Todos al calabozo.
—Sentido del Humor, deja de reírte y dime qué pasó.
—Ay Capi, todo esto es…jajajaja... jajaja... perdone, pero mire cómo quedó mi hermanito. Parece jilguero mojado.
—Capitana, dígale que no se ría. ¡Y tampoco se ría usted!
—Disculpe, Sentido Común. Es que cuando Humor anda cerca, no puedo controlarme.
—Usted nunca se controla, metió a Circadiano a su camarote, a Cetonas y quién sabe a quién más.
—Huy medio charchazo... Hermanito, te fuiste de lengua. Mi mamá se va a engrifar.
—Humor, cállate. Sentido Común, ven conmigo.
—¿Para qué…? ¿Me va a echar de la nave por decir la verdad?
—Ven para acá, irrespetuoso.
—La orejita no, la orejita no.
—Uta... qué hiciste mamarracho, nunca vi tan enojada a mi Capitana.
—Cállate Cetonas, háganle espacio en esta celda a Sentido Común, y abran bien las orejas. Pelotudos. Circadiano y yo hicimos análisis de ciclos, que andaban al lote. Tuvimos que hacer ajustes por el nuevo combustible. Así que dejen de opinar de lo que no saben, con Sentido Común tuvimos... en el pasado remoto... una relación más que amistosa, nada más. Y con quién yo esté ahora, es sólo asunto mío. ¿Quedó claro, copuchentos?
—¿Y yo? ¡¡Capi!! Yo la amo. No se vaya.

—Capitana...
—¿Qué quieres Humor?
—Están peleando de nuevo...

—Cetonas, venga conmigo.
—¿A su camarote?
—No desubicado, a esta oficina, vamos a conversar un ratito.
—De lo que quiera mi Capi.
—A ver imbécil ¿Cómo qué sabes que metí combustible antiguo?
—Claro que lo hizo, yo estaba allí y lo vi. Ya, no se ponga chúcara y dígame que me perdona y que me ama.
—Tienes un segundo para soltarme, otro para disculparte y medio segundo para agarrar tus porquerías y mudarte al camarote de Sentido Común.
—¡¿Qué...?! Pero… por qué…? Yo... A ver Capitana, vamos a ir hablando seriamente. Primero, yo vivo en el Laboratorio Central, allí soy necesario, allí cumplo mis labores de hacer funcionar la nave con el combustible nuevo. No me voy a mudar a ninguna parte, aunque sea a SU, muy visitado, camarote. Segundo, yo vi el combustible antiguo, no fue mucho pero lo vi entrar. Tercero, qué bicho te picó que ahora niegas nuestra relación y por último... Hazte ver, estas más loca que los chichimetules.

—¿Cómo te fue en la reunión con la Capi, Cetonas?
—(…)
—¿Sabías que tienes marcada una mano en la cara?
—Cállate Circadiano, no es tu asunto.
—Parece que al músculo de flan le pusieron los pu.... sssuuueeelllttttaaaammmeeee mmmeee aaaahhhhogggggooo.
—Cetonas suéltalo... por la santa grasa, lo vas a asfixiar.
—Que no me joda o no respondo.
—¡¡¡¡ALERTA, ALERTA!!!! ¡chichimetules a proa!
—Mierda, la Capitana está sola. Musculín, tenemos que salir de aquí y ayudarla.
—Me da lo mismo, que los chichimetules la rapten o no, ella me traicionó.

—¿Capi, estás bien?
—Hola, Me Importa un c… sí, no te preocupes.
—Yo siempre me preocupo por mi hermanita, aunque sea Capitana de tremenda nave.
—Y yo te repito que estoy bien, y que iría siendo hora que asumieras tu real rango y dejaras de hacerte el sargento.
—Ah, no, no cambies de tema. Me da pena verte tan triste. Se nota a lo lejos que el musculoso ese, te gusta y harto.
—A ver, Mayor Irreverente, puede que seas mi hermanito menor, pero eso no te da derecho a meterte en mi… en mis asuntos.
—A ver, Capitana, puede que seas mi hermana mayor y la Capi de esta nave, pero te advertí que no me dijeras así.
—Es tu rango y tu nombre.
—Pero no me gustan. Estás como Neuro, dale con llamarme por los altoparlantes con eso de Mayor Irreverente. Y no te hagas la loca. Cetonas te gusta mucho.
—Hermanito, entiende. Esto de ser Capitana de una nave, implica muchos sacrificios. Uno de ellos es que mandar sobre machos, pecho peludo, voz de espartano, pito de oro, lomo plateado, cuesta demasiado. No les gusta que una chica les diga qué hacer y cómo hacerlo. Y Cetonas no es la excepción, se pasó de listo varias veces y la embarró, cuando le llamé la atención hizo pataleta y ya.
—Y se ganó flor de cachuchazo.
—Se lo merecía.
—¿Y tu corazón dónde queda?
—Al lado de mi hígado… ¿Y el tuyo?
—Sabes que soy casado. Creatividad trajo paz a mi vida.
—Jajaja… no me hagas reír que me duelen las muelas. Tú eres Irreverencia, a ti te vale madres el qué dirán. A ti, la vida se te hace fácil y haces lo que quieres.
—No es tan así. Soy Irreverente así como tú eres Soñadora, Genial y muy Solitaria sólo porque quieres.
—Ya, ya…córtala. ¿Cómo anda todo allá arriba?
—Excelente. El nuevo combustible tiene los canales de comunicación claritos, las computadoras vuelan, los procesos están al 100% y Creatividad anda como nunca.
—¿Ves? Todo bien… lo que importa es la nave.
—Capi… a mí no me engañas. Estás preocupada y triste. Lo preocupada lo entiendo, luego llegan los resultados desde el Comando y es importantísimo que se demuestre que el combustible nuevo funciona a la perfección; pero tu tristeza es única y exclusiva responsabilidad del musculín. Él también anda como tango en arpa.
—Hermanito… No metas tu linda nariz en medio. Ya veré cómo arreglo esto.
—Ok, mientras no vuelvas con el mamerto de Sentido Común… Todo andará bien.
—Jajajaja… tu mejor amigo. El Sentido Común, el control universal del Irreverente. Jajajaja… Ya loco, vuelve a tus labores y dile a Creatividad que no olvide nuestra reunión.
—Ven acá, Capi y dame un abrazote.



—¡¡ABRE LA PUERTA!! ¡¡CAPI, ABRE LA PUERTA, SOY YO, IRREVERENTE!!
—¿Qué tanto grito, Sargento? ¿Qué pasa?
—Qué pasa, qué pasa. Todo esto es culpa tuya, Cetonas.
—A ver sargento Me importa un C… a mí me respetas. Córrete para allá que vengo a hablar seriamente con la capitana de esta nave. De nuevo metió combustible antiguo y en la caldera quedó la grande.
—Músculo de baba, entiende que la cosa es seria. Llevo más de cinco minutos tocando a su puerta y la Capi no abre. No sólo dejó entrar combustible antiguo a la nave, ella se metió allá adentro con flor de porquerías.
—A mí eso no me interesa. Mi labor es trabajar con el combustible nuevo y si sigue metiendo del antiguo a la mala, renuncio. Ya, córrete para allá y déjame a solas con el remedo de líder que tenemos.
—A ver saco de músculos, me cambias el lenguaje o me vas a conocer enojado. Nadie llama remedo a mi Capitana y menos un Alférez patético como tú. Ahora, o me ayudas a entrar o te vas a tu pocilga.
—¡¿Dónde está la Capitana?! La caldera está para la historia. El Teniente Clorhídrico parece mono tratando de arreglar el cagazo.
—¿Pudor, tienes llave de su camarote?
—No… ¿Por qué iba a tener?. ¿Qué le pasa a la Capi?
—Me avisaron del casino que sacó porquerías de la bodega y se encerró. Llevo un rato llamándola y nada. Todo por culpa del músculo de flan.
—¡¡Córtenla con decirme así!! ¡En cuanto me recupere les voy a enseñar a respetarme, par de babosos. Cuando la loca de la Capitana abra la puerta, avísenme… ¡para entregarle mi renuncia!
—Pudor, agárrale las patas a este pelotudo, yo me encargo de los brazos.
—¡¡SUELTENME PAR DE CRETIN…!! Ahhhh…
—Buena idea, Irreverente. Usar de ariete al músculo de flan para abrir la puerta. ¡¡¿CAPITANA, QUÉ MIERDA HIZO?!!
—Hermanita… sabes que comer esto te enferma. Ya, Pudor, llama al Capitán Linfocito, necesitamos ayuda especializada. Yo hablo con Neuro.
—¿Y el Músculo de Flan?
—Va a dormir un rato largo. El tortazo contra la puerta lo dejó fuera de juego. Además, se lo merece por rompecorazones, todo esto es su culpa.
—Oiga, iñor, la Capi no despierta.
—Nop, está intoxicada con azúcar. Le hace pésimo. Está en el bajón, de seguro comió demasiada y ahora su cuerpo necesita limpiarse, y nada mejor que dormir… ¿Circadiano, qué quieres?
—Sargento, que bueno que está acá… la nave… Necesitamos entrar en modalidad nocturna, el combustible antiguo dejó la embarrada en la caldera. Si no apagamos el máximo de sistemas, las cosas se van a poner muy malas.
—Bien Circadiano, haga lo necesario, coordínese con Neuro y que él se encargue de la nave. Yo cuido a la Capi y Pudor a Cetonas.
—Sí, no hay problemas. Una cosa más… ¿Es idea mía o Cetonas se está achicando?
—Xuuuuu… se nos derrite el musculín.
—Sí, es por el combustible antiguo, de seguro Insulina anda midiendo como dos metros. Circadiano… qué Neuro mande a alguien a los calabozos y contengan a esa histérica.
—Claro, Me Importa un C… yo me encargo.
—¡¡Capitana!!
—Ya llegó pastel… ¿Qué quieres Sentido Común?
—M-Me mandó Clorhídrico… Necesita que aumenten la ingesta de agua… ¿Qué le pasa a mi Capi?
—Baboso, no le digas así, es la Capitana… Más respeto o hago que te arrepientas.
—Otro que se pone bélico. ¿Qué le pasa a la Capitana?
—Se intoxicó con azúcar.
—Xuuuu… ¿Junto al Musculín?
—No, esa es otra historia. Quédate cuidándolo mientras llevo a la Capi a desintoxicación.
—Pucha, no me deje con este baboso. No ve que me cae mal.
—Como si a mí me cayeras muy bien.

Fecha estelar: 17022017 19:19 Bitácora personal del Mayor Irreverente.
Las cosas van volviendo rápidamente a la normalidad, a la nueva normalidad. Cetonas recuperó la consciencia casi al amanecer. Cuando recordó lo sucedido hizo la pataleta de su vida y terminó encerrado en el calabozo del Laboratorio Central, vigilado de cerca por Hepático, que sigue gritando a los cuatro vientos que Cetonas le cae gordo.
Varias horas antes, Sentido Común se hizo cargo del cuidado del desvanecido Cetonas, tal como le ordené. Y aunque le hemos preguntado en todos los tonos, insiste que él no fue quien le afeitó la cabeza al Musculín y le dejó sólo esa chasquilla ridícula. Tememos que cuando sea liberado Cetonas… ataque a Sentido Común, lo que no es tan grave, pero puede llegar a ser muy divertido.
Hepático, Clorhídrico y Nefro lograron limpiar la caldera del combustible antiguo en récord de tiempo y no hubo daños mayores, salvo un desajuste menor que gracias al alharaco de Hepático, nos asustó a todos. Neuro, con su calma habitual, desestimó toda la pelotera y se limitó a cuidar de la Capitana como en su más tierna infancia.
Lo bueno fue que nos llamaron del Comando Central para informarnos los resultados de las pruebas hechas a la nave con el combustible nuevo y salimos airosos. Todo bien, demasiado bien.

Fecha estelar: 17022017 19:19 Reunión general en el Puente de mando.
—Señores, buenas… Antes de comenzar la reunión general quiero disculparme por el incidente del 14 del mes en curso. Les agradezco a los que velaron por el buen funcionamiento de la nave y a los que me cuidaron mientras me recuperaba. Fue un instante de debilidad que no volverá a repetirse, tienen mi palabra de Comodoro. Además, quiero que con toda la honestidad del universo, me digan quién dejó en ese estado la cabellera del Alférez Cetonas (risitas contenidas de todos los asistentes, excepto de Irreverente que se ríe a mandíbula batiente ante las miradas de odio de Cetonas).
—Mire Capitana, tengo la certera sospecha de quien es el culpable de tamaña afrenta y en cuanto lo encuentre, pagará cara su osadía. Sólo quiero que sepa que el pelo crece pero otros aditamentos corporales… no (mirada de odio furibundo a Sentido Común que no se da por aludido, al contrario de Irreverente, Nefro y Pudor que juntan las piernas con ahínco).
—Ya hablaremos de ello Cetonas. Quiero felicitarlo por los resultados que obtuvimos en el examen del Comando Central, la nave salió muy bien evaluada y aunque hay un par de datos que necesito analizar con usted y Neuro, todo está funcionando a la perfección. Gracias.
—Gracias mis pantuflas, quiero que sepa que me debe una. Metió combustible antiguo y dejó la media embarrada, no sirve como Capitana y la voy a…
—¿Irreverente, por qué le pusiste flor de combo a Cetonas?
—Porque sigues siendo mi hermana y ningún Musculín te habla así en mi presencia. ¿Alguien tiene algo más que decir al respecto?
—No, no Mayor Irreverente, si no le ponía usted el parelé, se lo ponía yo.
—Sí, claro, Sentido Común… por supuesto.
—Bien… gracias. Ahora, saquen de aquí al caballero lengualarga y sigamos la reunión.
—Claro Capi… Yo lo llevo al calabozo del Laboratorio.
—Sentido Común, no le afeite nada más, por favor.
—Nuuu ¿cómo se le ocurre, Capi? Jamás se me pasaría por la mente afeitarle las cejas. Jamás…
—Caballeros, sigamos la reunión. Y por favor, cuando Cetonas despierte, muéstrenme el video. ¿Y una cosa más tripulación, Hemoglobina Glicosilada en 5.4… es bueno?


—Capitana, buenas…
—Buenas Creatividad. ¿Cómo va todo?
—Debería ir bien, ¿cierto?
—Por supuesto, la nave anda mejor que nunca, nos hemos deshecho de varias partes sobrantes, Neuro anda feliz porque allá arriba todo funciona a la perfección, los pasillos están despejados y las bodegas se van vaciando… de a poco, pero sostenidamente.
—Capi, a mí no me engañas. Esa carita ya no sonríe.
—Ay querida Creatividad, estás como mi hermanito. Todo tiene su costo, Cetonas es un excelente oficial, ha logrado maravillas con el combustible nuevo, pero tiene problemas con la autoridad y si es una mujer quien está sobre su rango, pues no le hace gracia.
—Anda diciendo que metiste combustible antiguo a la mala.
—No lo hice.
—Capi, habla con él. Hagan las paces… Vuelve a sonreír.
—¿En serio quieres que yo vaya a hablar con ese orangután que insiste en hacer pataletas por nada? ¿Yo?  Recuerda que sufro de mecha corta.
—Pues, él no va a venir. Es más, le dijo a Irreverente que quería pedir su traslado…
—Al pulmón será que se va a trasladar. No puede abandonar su puesto sólo porque algo no le parece bien.
—¿Capi, qué pasa entre ustedes?
—Lo de siempre, Creatividad. Chico conoce chica, chica invita a su camarote a chico, chico y chica lo pasan muy bien, llega la mañana y chico recuerda que chica es su jefa… y no le gusta para nada que lo manden.
—Ah entonces estamos súper bien; porque anda otro chico jodiéndole las campanitas al chico y está que se arma la de Troya en el Laboratorio.
—¿Y qué anda haciendo Sentido Común allá?
—¿No te lo imaginas…?
—Está bien. Voy a hablar con ese taimado de Cetonas.
—Buena suerte, Capi… Y tenle paciencia, es lindo.
—Demasiado.

—Buenas Cetonas, venga con… ¿Qué le pasó en la cara?
—El malparido de Sentido Común me afeitó las cejas y me las pintó con tinta indeleble. Pero ya arreglé ese asunto.
—¿Y no se va a lavar la cara?
—Ya lo hice… catorce veces. Nefro y Epitelio dicen que se va a desvanecer en siete…
—¿Días?
—Meses…
—Bue… para ese tiempo ya le habrán crecido las cejas. Supongo.
—Sí, Capitana. Me habrán crecido las cejas, pero no se preocupe. No tendrá que verme sin ellas. Voy a pedir mi traslado a otra nave.
—Mayor Cetonas, no es necesario que haga eso. Hemos tenido algunos desencuentros, pero no significa que tenga que marcharse. Usted ha hecho una excelente labor con el combustible nuevo y su presencia es imprescindible para la tripulación.
—No me voy a quedar en una nave donde meten combustible antiguo de contrabando.
—No tengo idea de lo que habla. Si hubo combustible antiguo fue en el día chancho.
—No es así. No me mientas. Yo lo vi. Fue poco pero entró.
—Voy a respirar profundo varias veces para no mandarte al calabozo por decirme mentirosa. No metí combustible antiguo de contrabando. Y si viste algo parecido, tal vez debas hablar con Neuro y que te revisen los ojitos. Estás viendo visiones.
—¡Termina con eso, Capi! ¡Yo vi el combustible! Y además, luego metiste mucho en tu famoso día chancho y más encima… ¡Tuviste la desfachatez de intoxicarte con azúcar ese…! ese día. No llores, por favor no llores.
—Luego hablamos Mayor Cetonas, puede volver a usar su uniforme, su rango queda restituido.
—Capi, no te vayas. Lo siento, no quise gritarte, pero me vuelves loco. No me es fácil aceptar todo esto así como así.
—Mayor Cetonas, créame o no, pero no he metido combustible antiguo de contrabando. El único combustible antiguo que entró fue aquel día y eso no lo niego. Me intoxiqué con azúcar porque ese día es difícil de sobrellevar y a pesar de mi rango, también tengo sentimientos y aunque suene a excusa, no pretendo que lo sea. Simplemente me cuesta ver que todos celebran el día del amor y que yo no puedo hacerlo porque la persona que quiero a mi lado, pues… no está. Es sólo eso.
 —Capi… Capi no te vayas. ¡Por la santa grasa! Ven para acá, chúcara.
—¡Suéltame bruto!
—Ni aunque me degrades. Esto lo vamos a arreglar a la antigua…
—Cetonas, si no quieres bajar a Cabo, suéltame.
—No Capi, esto lo arreglamos o nos volvemos locos. Y lo haremos a mi modo, sin rango ni testigos.
—¿Qué…? ¿Te volviste loco? ¿Qué? ¡¡Mi uniforme!!
—Así está mejor… desnudita estás perfecta para mí.


—Cetonas… habla con Epitelio y que busque la manera de arreglarte las cejas, por favor. No puedo concentrarme viéndote así.
—No te rías. Ya hablé con él y son siete meses los que se demora esta mierda en salir. Sentido Común me la hizo muy bien.
—¿Ya te vengaste?
—(…)
—No me gusta esa mirada. ¿Qué le hiciste?
—¿Yo? Nada.
—Dímelo… para estar preparada. No quiero…
—¡¡CETONAS!! ¡¡CETONAS!!
—¿Quién mierda grita así?
—Cetonas, que no sepan que estoy aquí. No quiero retahílas de Neuro o de Cardio. Mi papá y mi mamá se ponen densos cuando hago de las mías.
—¿Cardio…? ¿Cardio es tu mamá?
—¿Quién más?
—¡¡CETONAS!! ¡¡CETONAS!! ¡¡POR LA MIERDA, ABRA LA PUERTA!!
—Tranquila, yo me encargo. Tápate. ¿Qué tanto barullo? ¿Qué quiere Pudor?
—Cetonas, la Capi no está por ningún lado y estamos entrando a una zona llena de chichimetules. Hepático está vuelto mono alegando que le van a meter combustible viejo a la nave y Linfocito llamó a una reunión urgente. La Capi no contesta su intercomunicador… tal vez la raptaron de nuevo.
—Cálmate Pudor, estoy aquí…
—¡Capitana! Pe-pe-pero…usted, usted está desn… en el camarote de un oficial.
—¿Pudor, por una vez podrías cortarla? Llevas mucho en esta nave y sabes que me importa bien poco tu opinión o tus directrices. Alguna vez en el pasado te hice caso, pero ya no. Así que corta el escándalo, respira profundo y piensa muy bien tu siguiente movimiento; porque si vas con el chisme donde Neuro o Cardio… te asigno a Irreverente como oficial superior y ahí te quiero ver.
—(…)
—Me encanta cuando los pones en su lugar. (Beso apasionado de Cetonas a la Capi y desmayo de Pudor).
—Bien, Mayor Cetonas, creo que se acabó el regaloneo… Linfo nos espera. Eh… yo tenía un uniforme cuando llegué a este camarote.
—Sip… ponte uno de los míos. El tuyo está fuera de funciones por este rato.
—Me debes un uniforme. Me llevo tu frazada. Parezco romana. Nos vemos en el Comando de los Escudos en diez minutos.
—Te voy a acompañar para que nadie te moleste.
—Nop, gracias por la oferta, pero toma una ducha y ponte lentes oscuros…esas cejas me desconcentran.
—Te acompaño, no quiero que nadie te diga pesadeces.
—El día que necesite que me defiendan… te aviso. Ahora, obedéceme y dúchate, hueles a… ya sabes a qué.

—¡¡CAPITANA!!
—Hola Sentido Común. ¿Sucede algo?
—¿Por qué anda así en el pasillo? ¿Y de dónde viene?
—¿Y a ti qué te importa? Déjame pasar.
—No, hasta que me oiga. El cretino del musculín me atacó.
—Sentido, voy a mi camarote, si quieres decirme algo, camina rápido.
—¡Ese estúpido me agredió!
—Ya lo dijiste. ¿Qué te hizo?
—Me-me-me…
—(…)
—M-me…
—Sentido Común estoy apurada. Si no puedes hablar, escríbelo y me lo mandas por e-mail. Chaito.
—¡¡CAPITANA ESE MUSCULO DE FLAN ME TATUÓ!!
—¿Te tatuó…? ¿Podrías explicarte mejor?
—Me tatuó una lista de sobrenombres allí…
—¿Qué…? Si susurras no te entiendo.
—Ese malparido se atrevió a… a tatuarme palabras en mis… genitales.
—Pero tú le afeitaste las cejas y se las pintaste con tinta indeleble y lo rapaste.
—Pero esa tinta sale…esta otra no. ¡No se ría!
—Sentido, estoy muy apurada. Luego veremos el asunto ese. Y… habla con Epitelio, de seguro él tiene una solución.
—No se vaya Capi… la necesito.
—No… Tú necesitas hablar con Tranquilidad.

—Buenas señores.
—¿Dónde estabas, Capi?
—Linfocito… más respeto. Donde yo esté en mi tiempo libre es asunto mío.
—Pero está la media embarrada en la nave y tú no contestas mis llamados.
—¿Y no se te ocurrió usar los altavoces? Digo, si es tan importante.
—Ehhh… no.
—Entonces ¿Cuál es el drama?
—Estamos entrando a una zona atiborrada de chichimetules.
—Eso ya me lo dijeron, Hepático, pero mientras yo no dé la orden, nada pasará. Los chichimetules pueden atacar pero tenemos los escudos bien arriba… Oh, bienvenido CHO Bueno, que gentileza de su parte honrarnos con su presencia.
—Perdón Capi, pero estaba verificando el estado de Insulina.
—¿Y…?
—Está pequeña pero intranquila, creo que puede sentir la presencia de los chichimetules.
—Y dale con eso. Es imposible. Salvo que entren a la nave, Insulina no puede establecer contacto con ellos. ¿De acuerdo?
—Sí, Capi.
—Cetonas, acompañe a CHO Bueno y verifique el estado de Insulina, para que se quede tranquilito este caballero. Gracias.
—Sí, Capi, con gusto.
—Bien… ¿Linfocito, qué tema es ese que te tiene tan nervioso?
—Capi, el ambiente fuera de la nave está muy variable, y la nave dentro anda bien cálida gracias a Cetonas y sus oficiales.
—Ya lo sabemos.
—Y pasa que afuera, de caluroso pasó a frío extremo y eso complicó algunas barreras. Se metieron esporas.
—Pero Linfocito, se supone que su equipo es el mejor para evitar eso.
—Capi, lo somos, pero sabes que el cambio intempestivo de temperatura nos ataca directamente. La nave está presentando pequeños problemas.
—¿El combustible nuevo ayuda o no?
—Difícil saberlo. Nunca habíamos estado en esta situación. Neuro informó que hay apoyo externo y es cierto, ya que no hay entrada de combustible antiguo, es más fácil defendernos, pero no sabré más hasta que los comandos menores me informen. Necesito una reunión con Cetonas y Epitelio.
—Adelante… quiero un informe detallado. Y no te preocupes, Linfo, no permitiré que entre combustible antiguo.
—¿Y los CHO Buenos externos?
—Sólo cada siete días y en mínima cantidad. Por ahora entramos a Turbo… Den la alerta. Ah y antes que lo olvide…Pudor está desmayado en un pasillo.

—Capi, buenos días… ¿A dónde vas?
—Buenos días, Cetonas… a cumplir con mi deber de Comodoro de esta navecita.
—Quédate un ratito más conmigo, es muy temprano y la cama está tibiecita.
—Lo siento, pero es la hora perfecta. No…no hagas trampa, sabes que el cuello es mi…oh Cetonas…
—Te tengo gatita malcriada.
—Mayor Cetonas compórtese... ¡Santa Grasa!
—¡Hey! No es necesario ser tan agresiva.
—Cetonas, tengo un deber que cumplir. Yo feliz me quedaba contigo el día entero, pero no puedo. Espérame con la cama tibia. Vuelvo en una hora.
—¿Por qué estás vestida así? Esos pantalones… están demasiado ajustados… ¿Bototos de alta densidad? ¿Dónde vas?
—Afuera… No pongas esa carita, que me derrito.
—¿Cómo que afuera? Ni de broma, yo voy contigo.
—Eres tan lindo, pero no puedes salir de la nave y lo sabes. Voy, hago lo que tengo que hacer y vuelvo a tus fuertes y musculosos brazos.

—¡¿CAPITANA? ¿Está lista?!
—Ya voy, Sentido Común. Ya voy.
—¿Vas a ir con ese mamarracho?
—Ese mamarracho es el Prevencionista de Riesgos de la nave. Es su labor.
—Capi, no me gusta que estés cerca de ese pedazo de mierda, de Sentido Común. Es un…un…
—Lo sé, pero voy con él, la Sargento Agilidad y el Cabo Temor. Necesito verificar el fuselaje de la nave y cómo han operado los cambios que tu equipo ha implementado. Ya es tiempo.
—Quiero ver lo que haces, no confío en el mamarracho. Además, allá afuera es…peligroso.
—Puedes ir al Comando Central. Dile a Neuro que te deje ver las cámaras exteriores. Y ahora bésame… lobo malo.

—¡Capitana, sigo acá afuera!
—Maldito seas Sentido Común…
—¡¡CETONAS!! ¡¿QUÉ HACES EN EL CAMAROTE DE LA CAPITANA?!
—¿Y a ti qué te importa, mamarracho?
—Buenos días, Alférez Sentido Común ¿Cómo amaneció? ¿Habló con Epitelio por su problemita?
—Buenos días, Capitana. Mi día ha empeorado considerablemente al descubrir que este músculo de flan desayunó con usted. Y sí, hablé con el inútil de Epitelio y no me dio ninguna solución, salvo que podía tatuarme un dragón encima de lo que me marcó este… este advenedizo. Para ocultar el agravio.
—(…)
—Cetonas… Sentido Común, córtenla con las agresiones o me van a conocer enojada y ni se imaginan a dónde los puedo enviar a purgar condena.
—Si usted lo ordena, por supuesto mi querida Capitana… Voy a dejar de “agraviar” al mamarracho inoperante.
—Está bien, está bien caballeros. Aquí nos separamos, Cetonas. Por ese conducto se llega al Comando Central. Neuro está loco pero es amable e inofensivo… si no se entera de nada, jijijijiji.
—¿Capi por qué se ríe así?
 —¿Ya usted qué le importa como yo me ría, Sentido Común?
—Nos vemos, Capi…y cuídate, gatita.

—¿Señorita Capitana… por qué el músculo de flan le dijo gatita?
—Es una cosa de nosotros… Buenas, Sargento Agilidad, Cabo Temor, que bien se les ve. ¿Sentido del Humor, Sentido Kinestésico, Sentido del Equilibrio qué hacen aquí?
—Hola Capi, vinimos a desearle buena labor a nuestro hermanito menor…para que no se descreste cuando esté fuera de la nave.
—Sentido Común, no patee a sus hermanos… por favor.
—NAVE, HABLA EL COMODORO NEURO. LA CAPITANA ESTÁ SALIENDO DE LA NAVE A VERIFICAR COORDENADAS, A TODOS LOS SISTEMAS SE LES SOLICITA QUE PAREN FUNCIONES Y NO SE MUEVAN MÁS DE LO NECESARIO. NECESITAMOS QUE LA NAVE ESTÉ QUIETA PARA ASEGURAR LA VIDA DEL GRUPO QUE ACOMPAÑA A LA CAPI. CARDIO, QUE SU EQUIPO BAJE EL FUNCIONAMIENTO DEL MOTOR AL MÍNIMO. EPITELIO, VERIFIQUE E INFORME DEL ESTADO DEL FUSELAJE. LINFOCITO, NI DE BROMA SE MUEVAN. COORDINADORES DE COMANDOS MENORES, ATENTOS A LAS CÁMARAS. ESTAMOS EN ALERTA AMARILLA.

—Aquí la Capitana… Buenos días Comando Central. Comodoro Neuro, empezamos operativo de revisión fuera de la Nave.
—Adelante Capi, comiencen por la conexión Comando-Puente de Mando.
—Entendido Neuro…
—Cuidado Capi, el fuselaje está más suave y resbaladizo, ajuste sus ventosas.
—Gracias Sentido. Agilidad, rodee hacia Saliente, Temor, estaque y verifique.
—Ca-Capi… vaya despacito, mire que esta cuestión parece jabón.
—Tranquilo Temor, sé lo que hago. Sentido Común avance a Poniente y espere mi señal.
—Sí, Capi… Hay menos nave por este lado.
—¿Cuánto marca, Temor?
—Capitana wow… un centímetro menos.
—¿Oyeron Comando? Todo un centímetro. Feliciten a Cetonas.
—Entendido, Capi, pero no cantemos victoria aún, faltan varias coordenadas.
—Claro… feliciten al músculo de flan y a uno que se arriesga acá afuera, ni dulces le dan.
—Sentido Común, te estoy escuchando…
—(…)
—Espero instrucciones, Comando.
—Capitana, verifiquen mitad de la nave.
—Capitana… ¡¡CAPITANA!!

—¿Qué pasó, Comodoro Neuro? ¡¿Qué pasó?!
—Tranquilo Cetonas. Cámaras, busquen. ¿Sentido del Equilibrio, Sentido Kinestésico algo que informar?
—Neuro, las cámaras están ajustándose, sin las medidas exactas es difícil moverlas.
—Entendido Kinestésico.
—Todo está normal, la nave no se ha movido… No sé por qué gritó Temor.
—Averígualo, ahora mamarracho.
—Mira Cetonas, que yo me parezca a mi hermano no te da derecho a tratarme así. Así que saca tus garras de mi uniforme o vas a conocer el concepto “Emborrachado” y no te va a gustar.
  —Está bien, pero encuentra a la Capitana.
—Capitana, aquí Comando Central, informe su posición.
—(…)
—Repito, Capitana informe su posición.
—Estamos bien, Comando, sólo que las cuerdas están muy resbalosas y vino un golpe de calor en el fuselaje de la nave. Creo que Cetonas nos tiene a todos sudando como monja con retraso.
—Entendido Capi, usen doble sujeción.
—Sí, Neuro, estamos estacando a tres puntos. Esto nos va a tomar más tiempo.
—¿Capi, necesitan ayuda?
—No, gracias. No quiero a nadie más acá afuera. El fuselaje está muy resbaladizo.

—Temor, estaque y espere. Agilidad, por el Poniente. Sentido Común, por el Saliente, a la cuenta de tres me deslizo.
—Capitana, por la Santa Grasa, afírmese bien.
—Tranquilos… ¿Temor, coordenadas?
—¡Capitana son 8 centímetros menos!
—Calma Temor, cálmese o se nos va a caer. ¿Comando, escucharon?
—Afirmativo, Capitana. Sólo faltan tres coordenadas. Vamos que el tiempo no espera a nadie.

—Temor, Agilidad, Sentido… esta es la última fácil, luego vienen las dos más peligrosas, así que a concentrarse.
—¿Cómo vamos a…? ¡Capitana tenga cuidado!
—Sentido Común corta la gritadera. Estoy bien, sólo estoy rapeleando.

—¿Neuro, qué están haciendo que se demoran tanto?
—Están bajando por la parte más ancha de la nave, Cetonas, un paso es falso y no quiero ni imaginar lo que les pasaría.
—Ayudaría si dejarás de subirle la temperatura a la nave, músculo de flan.
—Mira, Sentido del Equilibrio, vuelve a llamarme así y te voy a hacer el mismo tratamiento que al mamarracho.
—Caballeros…esto no es un ring. Se comportan o se largan de mi Comando.
—Sí Señor…
—Sí, Comodoro.
—Así me gusta, ordenaditos.

—Comando, estamos desorientados, necesitamos indicaciones. La nave ha cambiado bastante por aquí.
—Comprendido Capi, bajé más hacia el sur y espere confirmación.
—Esperando... Temor, estaque en cuanto le avise.
—Sí, Capi. Tenga cuidado por favorcito.
—Capi, yo bajo, Sentido Común está llorando.
—¿Qué pasó Sentido?
—Capi… es que está muy alto aquí.
—¿Y para qué miras hacia abajo? Comando necesito asistencia de Sentido del Equilibrio. Sentido Común está un poquitito cagado de susto.

—Sentido del Equilibrio, el micrófono es todo tuyo… Anima a tu hermanito.
—Gracias Neuro, pero prefiero el altavoz. “MUÉVETE TARADO O SALGO Y TE SACO LA CRESTA”.
—Gracias, Sentido del Equilibrio, que discurso tan inspirador.

 —Gracias Comando…
—Deténgase Capi, ese es el lugar.
—Temor, estaque. Agilidad, Sentido, ya saben qué hacer.
—Capi, cinco centímetros menos… esto está bien.
—Excelente Temor. Y ahora, tripliquen seguridad, vamos a las alas. Sentido Común deje de llorar. ¡¡ES UNA ORDEN!!
—S-Sí, Capi…Sí.

—Neuro, cuando mi hermanito suba, lo voy a moler a palos.
—¿Y a mí qué me importa eso? Avísales a tus padres.
—Te estoy pidiendo permiso, porque de seguro mi mamá me mete al calabozo.
—Sí, lo más seguro es que Sensibilidad se va a molestar un poquito.

—Temor, estaca.
—Estacado Capi, apúrense por favor.
—Sentido, Agilidad… Vamos. ¿Coordenadas?
—Dos centímetros menos de circunferencia de ala, Capi… es bastante.
—¿Comando qué opinan?

—Excelente… ¿Ya terminaron Neuro?
—No, Cetonas, falta lo más difícil. Tren de aterrizaje.
—¿Es una broma, cierto?
—No, tienen que bajar.
—Por la mierda.

—Chicos, ya saben lo que viene. Con harto cuidado.
—Sí Capi. ¿Rapeleamos?
—No. Voy a descolgarme.
—¡¿TE VOLVISTE LOCA?! No te voy a dejar bajar descolgándote.
—Sentido Común, cierra la maldita boca y respétame. SOY TU CAPITANA Y NO ME TUTEAS.
—Lo siento Capitana, pero es una bajada de… no sé cuánto. Y…y no puedes…
—Agilidad, cuerda. Temor anuda. Sentido Común, vuelve adentro. ¡¡AHORA!!
—No, no… yo, yo bajo.
—No, tú te callas o entras, al próximo grito te bajo a Cabo y ahí te quedas.
—S-Sí Capi.

—¿Qué está pasando?... ¡¿Por la mierda que pasa allá afuera?!
—Cetonas, cálmate. La Capitana va a bajar a cuerda, como si fuera un columpio, afirmada por Agilidad y Temor.
—¿Y por qué no baja Agilidad que es…más ágil?
—Porque la Capitana no tiene la fuerza para detener la cuerda, Agilidad es más fuerte, al igual que Temor, ambos pueden equilibrar bien. Sí cualquiera de los dos que tiran las cuerdas, lo hacen a destiempo, el que va en el columpio puede caer.
—¿Neuro, y por qué no baja el mamarracho? La Capitana es muy importante, si se cae Sentido Común, da lo mismo.
—Ojalá fuera tan fácil…

—Agilidad, Temor, ustedes lo han hecho antes. Sentido estaque. Allá voy.

—Sentido Común, informe.
—La Capitana está bajando, es una altura considerable, Comando… tengan paciencia.

—Estoy en posición, Comando.
—Proceda Capi…con cuidado.

—Sentido atento.
—Capi, son tres centímetros menos en el tren de aterrizaje. Esto es muy bueno.
—Subiendo a la Capitana.

—¿Neuro por qué no han llegado?
—Cetonas, no es tan fácil subir con la nave tan resbalosa. Sí quieres ayudar, baja la temperatura exterior.
—No puedo, no depende de mí. Yo sólo activo el combustible nuevo. La temperatura es resultado del proceso de separación de la grasa corporal en glicerol y ácidos grasos libres.
—Lo sé, lo sé… Tenemos que esperar y confiar.

—¿Y esas caras?
—¡¡CAPI!!
—Hola Cetonas, Neuro, señores… misión cumplida. La nave ha modificado su estructura externa en diecinueve centímetros perimetrales. Felicitaciones, el combustible nuevo está funcionando.
—¡¡¿NEURO POR QUÉ PERMITE QUE ESE MUSCULO DE FLAN BESE A LA CAPITANA?!!
—Pues a mí me parece que se besan muy bien, Sentido Común.

Primera bitácora

Fecha estelar: 220217 09:44

El cuerpo se ha recuperado. Los sistemas volvieron a funcionar a la perfección, el cargamento de grasa matutina del sábado y del domingo fue aceptado y procesado en las calderas. Los pertrechos del almuerzo sabatino cumplieron sus objetivos, y las vituallas nocturnas pasaron las barreras sin problemas. La Capitana hizo una reunión con los encargados de cada sistema y llegaron a la conclusión que NI CAG... HARAN OTRO DIA CHANCHO...
Fin de la entrada.

—¿Está segura, Capitana?
—No hay de otra, teniente... No hay alternativa.
—Pero, Capi, sabe que es peor que hablar con los chichimetules... que si no les gustan sus primeras palabras, le cortan la lengua.
—No hay alternativa, tendremos que preguntar en el grupo...
—Que San Guchito nos ampare.
—¿Grupo, tomates verdes fritos son aceptables como almuerzo?